Lluvias anómalas

Tanto el “History of the air” (1749) como el “Prodigorum et Ostentorum Chronicon” (1557) aseguran que alrededor de 1345 ocurrió una extraña lluvia de sapos y ranas. Éxodo 16 es quizá la narración más antigua de una lluvia anómala. Ahí se narra que durante los 40 años que los israelitas vagaron por el desierto, comieron maná; un alimento que llovía diariamente del cielo por gracia divina. Quizá por ello, las lluvias anómalas medievales se consideraron advertencias divinas de desgracias por acontecer. Sin embargo, para cuando los textos de la lluvia de sapos se habían escrito (entre el renacimiento y la ilustración), se buscó una explicación razonablemente científica.

Las lluvias anómalas medievales se consideraron advertencias divinas de desgracias por acontecer

Hasta el día de hoy, la teoría asegura que la causa podrían ser remolinos o corrientes fuertes de aire que levantan objetos de la tierra. Más tarde son arrojados en otro sitio convirtiéndose en lluvias anómalas; pero hay una falla en la teoría. Si estas corrientes levantan objetos tan pesados como conjuntos de ranas en algún charco; deberían levantar también peces, caracoles, ramas o piedras pequeñas alrededor. Entonces ¿Por qué llueven única y específicamente ranas?

Cada que se habla de lluvias anómalas, se habla de uno a tres objetos específicos que caen del cielo. Peces, sapos y ranas han llovido por cientos de lugares: en 989 pasó en Sajonia, en Gales ocurrió el 9 de febrero de 1859 y en Minneapolis fue el 2 de julio de 1901, de la cual se dice que fue tan grande que los carruajes no podían transitar ante el suelo movedizo cubierto de millares de ranitas. Alrededor de los años 20, el ictiólogo norteamericano Dr. E.W. Gudger, recopiló la descripción de 48 lluvias de peces desde el año 300 a 1901.

Lluvia de ranas

Que llueva sangre es un presagio de catástrofe

Las lluvias de sangre son quizá las más comunes y fáciles de explicar. En su tiempo se consideraron presagios catastróficos: la de Söderköping, Suecia, en 1567 presagió el saqueo de la ciudad por los daneses; la de 766 en Inglaterra presagió la peste; y las crónicas aseguran que tras la muerte de Nerón en el año 68, hubo una lluvia de sangre tan copiosa que inundó las calles de Roma. La explicación asegura que pudo tratarse de arena del Sahara o polvo de siroco mezclado con el agua. Lo mismo ocurre con las lluvias amarillas o lluvias de azufre que podría ser simplemente polen. ¿pero qué pasa con objetos más complejos?

Existe el caso de las temibles lluvias de lemmings en Laponia que el mismo Linneo se dedicó a investigar. En 1945 hubo un diluvio de ejotes en Missouri, EUA. En 1503 una lluvia de cruces en Alemania. En 1974 una extraña lluvia de huevos en Wokingham, Inglaterra. La lluvia negra de Japón en 2020 alarmó a más de uno por temor a alguna relación con la radioactividad. E incluso existe la memoria de una lluvia de monedas de plata en Gorki, URSS ocurrida en 1940.

Hasta el día de hoy, la caída de un castor del cielo en Suecia ocurrida en medio de una tormenta en 1708, ha desatado teorías que van desde un regaño de Dios o un gnomo golpeado por un rayo, hasta teletransportación y un OVNI envuelto en estos fenómenos meteorológicos.

Suecia parece ser potencia en estas lluvias anormales. La más peculiar y grotesca ocurrió cuando el 9 de diciembre de 1923, la gente en Halmstad observó objetos obscuros que caían junto a los copos de nieve habituales de la temporada. Cuando la gente los observó caer en sus ropas y abrigos, descubrían con desagrado que se trataba de millones de gusanos en un fenómeno que se repitió al año siguiente.

¿Son posibles estas lluvias extrañas o se trata de crónicas y reportajes de dudosa procedencia? Si no son posibles ¿por qué existen tantos? ¿Y porqué si existen tantos sucesos similares, no se han documentado los eventos en el momento en que suceden en vez de hacerlo después? Entretanto habrá que conformarse con las historias de climas peculiares y una constante escasez actual de lluvias que podrían presagiar algo peor que sangre cayendo del cielo.