Parapsicología
01/09/2005 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

En busca de Nessie

En las últimas semanas los miembros del Loch Ness Project, auspiciados por National Geographic, están realizando una serie de experimentos sociólogicos –junto a miembros de la escocesa Universidad de Stirling– en el mítico Lago Ness, para ver cómo reaccionan los testigos ante la aparición de "algo" extraño en estas oscuras aguas…

01/09/2005 (00:00 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
En busca de Nessie
En busca de Nessie
El lago está cubierto de bruma. Como siempre. Llegamos a primera hora de la mañana, cuando los turistas aún no se acercan al embarcadero para surcar las negras aguas de este embalse tan emblemático, y tan misterioso…
Nos encontramos al norte de Escocia, a pocos kilómetros de Inverness, la capital de las tierras altas. Y estamos rodeados de una masa acuática tan violenta que impone; a un lado el citado Lago Ness; al otro, el Mar del Norte.

Pese a la época del año, la temperatura no pasa de los 17 grados. El ambiente está húmedo, más y más conforme nos vamos sumergiendo en las entrañas de esta región, rodeando el mítico lago. Si uno quiere rodar con cierta tranquilidad hay que hacerlo a estas horas, antes de que la avalancha de curiosos se lancen, un día más, a la caza del monstruo –para algunos animal criptozoológico, para otros incluso saurio inmortal– que habita en sus turbulentas aguas.

Llevamos varios días recorriendo las verdes tierras escocesas, acercándonos a los castillos que supuestamente encierran mil y un misterios –ya se sabe que aquí palacio o fortaleza sin fantasma pierde interés y rango– para la serie que en breve acompañará a la revista, y como es lógico, este enclave, la "casa de Nessie", no podía quedar fuera.

El experimento sociológico
El Lago Ness es la reserva de agua más importante de todo el Reino Unido. Su superficie es escandalosamente gigantesca: 52 km2, y puntos en los que alcanza los 240 metros en picado. Además, en las profundidades se encuentra un sistema de túneles que comunica a éste con otros embalses de la zona. Si a ello unimos que la temperatura de las aguas es de aproximadamente dos grados durante todo el año –de caer en ellas en pocos minutos provocaría en el ser humano hipotermia y la muerte inminente–, que las mismas a partir de los dos metros son un amasijo de lodo que no permite atisbar nada más allá de dicha medida, y que aquí la corriente es violenta y traicionera, lo convierte en un lugar ideal para que un ser de estas características pase casi desapercibido, si es que existe…
Nosotros, sin ánimo alguno de defender su realidad, acudimos aquí atraídos por la leyenda que, desde hace siglos, recorre estos pagos. Buscando información, intentando captar testimonios recientes; después, que cada uno piense lo que considere oportuno…
Y así, sumidos en los avatares de un rodaje, de las aguas surge algo… El productor de la serie, Antonio Crevillén, llama la atención del equipo: "Allí, a lo lejos; ¡¿es que no lo veis?!".

No puede ser. Ya sería casualidad que en 24 horas que vamos a permanecer aquí, coincidamos con la aparición del mito. No obstante, con estas cosas nunca se sabe…
Lo cierto es que a unos treinta metros de la orilla, algo parecido a una pequeña cabeza emerge de las aguas, para en pocos segundos volver a ocultarse. ¿Qué demonios es eso? Rápidamente el cámara gira el objetivo y "mete zoom", acercándose con la lente digital a toda velocidad hacia aquello. "Es algo parecido a un tubo, un esnorquel; lo que ocurre es que entra y sale conforme pasan los segundos". ¿Un tubo? ¿Y además "inteligente"? Qué situación más extraña…
Por la rampa que da acceso al embarcadero vemos cómo desciende otro equipo de televisión. Junto a ellos va Helen Ross, investigadora de la Universidad de Stirling, y autora de libros como The mistery of the moon illusion. Sin mediar palabra empiezan a entrevistar a los presentes. "¿Qué han visto? ¿Podrían dibujarlo?". Aquello llama nuestra atención, por lo que optamos por saciar la curiosidad. "¿Qué están haciendo?", preguntamos tras el preceptivo saludo de cortesía. La doctora Ross se presta amablemente a describirnos las bases del trabajo que están llevando a cabo: "Los dos últimos días los hemos pasado en este punto del Lago Ness porque estamos realizando un experimento sociológico, que evidentemente, tiene que ver con Nessie. Este equipo de National Geographic está registrando los resultados obtenidos?".

n ¿En qué consiste el experimento?
Como habéis podido observar, hemos colocado un objeto alargado a varias decenas de metros de la orilla, bajo el agua. Adrian Mcquary, miembro del equipo Loch Ness Project se halla situado tras la vegetación, y en el momento en que acuden los turistas para coger el barco, puesto que contamos con unos minutos previos a la llegada de éste, comienza a emerger y sumergir nuestro invento, para captar la atención y posterior reacción de los testigos.

n ¿Y qué es lo que dicen ver?
Hay de todo. Los hay que, como vosotros, se limitan a plasmar en un papel lo que han visto, sin más detalles, pero hay otros que poco menos te dibujan la cabeza con ojos… En fin, lo que creen y defienden que han visto.

Usted como miembro de este equipo e investigadora de una universidad, ¿qué opina de lo que aquí ocurre?
Que es un mito. Eso sí, un mito en torno al cual se mueven enormes intereses turísticos y en definitiva económicos. Todo aquí respira a Nessie; tazas, camisetas, viajes… Sin el monstruo tal situación no sería factible, por lo que hay que alimentar la leyenda.

Helen nos asegura que cuando cotejen los resultados obtenidos nos los hará llegar. Mientras mantenemos una animada conversación con el equipo, aparece el citado Adrian Mcquary. Él lleva años investigando en el lago, manteniendo siempre una sana postura de escepticismo. "A mí cada cierto tiempo me llegan grabaciones, fotografía, testimonios… de gente que asegura haber visto a Nessie. Pero, ¿hasta dónde se dejan llevar por la leyenda de este lugar? ¿Les traiciona ese subconsciente ávido por toparse con el monstruo? Es probable".

No obstante, ¿son muchos los testimonios para que todo sea considerado una "mentira"?
Sí, el volumen de información es inmenso, pero no podemos obviar que las condiciones del Lago Ness no son ni mucho menos idóneas para que un ser habite en él –ni sus descendientes, puesto que hablamos de cientos de años de apariciones–. Pero como dices, los testimonios están ahí…

¿Cuándo se ha producido la última aparición?
La semana pasada, y además me han asegurado que han obtenido una imagen muy buena. Habrá que ver…

Es otra visión de un misterio que pese al tiempo transcurrido se resiste a morir. Y es que como en otros tantos lugares del mundo, la llave para desentrañar el enigma puede hallarse a muchos metros de profundidad… o no. Ya veremos…
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