Iban por la selva y se encontraron con un ser insospechado

Aceh es la provincia de la indonesia isla de Sumatra que recientemente se ha dado a conocer al mundo gracias a un vídeo que unos motoristas han difundido. En el visionado podemos ver a estos motoristas que se han internado en las selvas de Indonesia y se han visto sorprendidos por un hombrecillo al que, uno de ellos, con su cámara GoPro y sobre su moto, trata de perseguir. No obstante, alcanzarlo le resulta imposible y lo vemos desaparecer entre la maleza.

La región de la que hablamos es una de las zonas del mundo con mayor biodiversidad, de modo que no es extraño toparse con todo tipo de criaturas animales si uno se adentra por esos lugares de bosque. Sin embargo, el extraño personaje con el que se topan estos motoristas genera muchas preguntas. Muchos ya se han lanzado a responder que se trata de un duende, de un extraterrestre, de un mutante o de un ser astral. Nada más lejos.  

En esta región son conocidas muchas tribus como la antigua Batak -que ya se ha modernizado-, los Aneuk Jamee, los Simeulue o los Tamiang, entre otros. Lo curioso de la aparición de este hombrecillo es que reaviva una leyenda local acerca de una vieja tribu aparentemente desaparecida por la mezcla con otros indígenas y, en teoría, finalmente extinta: los Mante. Esta leyenda habla de ellos como gnomos o enanos. Es natural dado que los mante son una tribu muy antigua, proveniente de Malasia, que llegó a los bosques de Aceh y se caracterizan por una muy baja estatura, la propia de los pigmeos.

Una descripción de Gusnar Effendy, un explorador que los pudo ver al este de Aceh en el siglo XX, dice de ellos que habían practicado el canibalismo, y que "por lo general viven en cuevas, en los huecos de la montaña, durante el día se encuentran cerca de los ríos del valle". Los describe de un metro, con  el pelo largo, frente pequeña, piel clara, rostro octogonal y musculosos.

Junto a los Batak, los Mante fueron una de las primeras tribus indígenas en poblar la región. Este vídeo podría sugerirnos que todavía permanecen vivos en las selvas del norte de Sumatra, quizá en sociedad. La suya. De ser así, estaríamos hablando de una tribu ancestral que permanece aislada del mundo civilizado; lo que podríamos llamar no contactados. 

Cabe destacar la actitud de los motoristas que, evitando generar según qué reacciones en los más curiosos, no han desvelado ni el bosque ni el lugar exacto en el que se situaban en el momento del encuentro.