Hallan una tumba egipcia orientada al solsticio de invierno
Se trata del ejemplo más antiguo hasta la fecha de construcción con una orientación vinculada con la salida del sol en el solsticio de invierno

Que los antiguos egipcios concedían una enorme importancia a los astros del firmamento, hasta el punto de que formaban parte de su cosmogonía y creencias más destacadas, es algo bien conocido, como demuestra la existencia de multitud de estudios al respecto, entre los que se cuentan un buen número de trabajos sobre arqueoastronomía o astronomía cultural, la disciplina que estudia la orientación astronómica de templos y otras construcciones en distintas culturas.

Entre los enclaves más conocidos del antiguo Egipto con orientaciones astronómicas se encuentran el templo de Abu Simbel –orientado a la salida del sol en los días 22 de febrero y 22 de octubre– y el templo de Karnak –cuyo eje principal está orientado a la salida del sol en el solsticio de invierno–. Ahora, un estudio publicado por un equipo de investigadores españoles de las universidades de Jaén y Málaga, acaba de demostrar que una tumba excavada por arqueólogos de nuestro país cerca de la isla Elefantina es la construcción de este tipo más antigua que se conoce con una orientación vinculada con la salida del sol en el solsticio de invierno.
Para los antiguos egipcios el solsticio de invierno se consideraba el momento en el que la luz comenzaba a triunfar sobre la oscuridad
Según los estudiosos españoles, muy probablemente la tumba –bautizada como tumba QH33– fue mandada construir en la necrópolis de Qubbet el Hawa (Assuán) por el gobernador de Elefantina, Heqaib-Ankh, en torno al año 1830 a.C., en tiempos de la 12ª Dinastía. Tal y como se refleja en el trabajo de los investigadores españoles, publicado en la revista Mediterranean Archaeology and Archaeometry, la tumba fue diseñada con la clara intención de conseguir que los rayos de sol naciente en el día del solsticio de invierno penetraran en el interior de la tumba e iluminaran una estatua del gobernador, consiguiendo así un efecto de gran simbolismo. Además, según los investigadores, la tumba fue diseñada también con la idea de que registrara el movimiento del ciclo solar completo, que en tiempos de la construcción de la tumba guardaba un claro simbolismo relacionado con la idea de renacimiento.

Para los antiguos egipcios, el solsticio de invierno se consideraba el momento en el que la luz comenzaba a triunfar sobre la oscuridad (pues la duración de los días comenzaba a aumentar de nuevo, después de un periodo en el que las tinieblas ganaban a la luz), mientras que el solsticio de verano coincidía con el comienzo de la inundación anual del Nilo, por lo que ambos sucesos astronómicos poseían un importante simbolismo para los egipcios, que en este caso concreto se vinculaba con la idea de resurrección del gobernador.
El efecto de la luz sobre la estatua del gobernador provocaba un efecto que debía simbolizar la idea de renacimiento y resurrección

Para llevar a cabo sus cálculos, los estudiosos de las universidades de Málaga y Jaén emplearon un moderno software (Dialux Evo), que permite reproducir la posición del sol en fechas antiguas. "Este estudio demuestra que los egipcios eran capaces de calcular la posición del sol y la orientación de sus rayos para diseñar sus monumentos. Aunque la tumba 33 de Qubbet el-Hawa supone el ejemplo más antiguo encontrado hasta ahora, seguramente no será el único", explicaron los investigadores en un comunicado de prensa.
Comentarios (5)
Nos interesa tu opinión