La policía israelí recupera piezas arqueológicas con hechizos mágicos

Una operación conjunta entre el departamento de robos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por sus siglas en inglés) y la policía local de Jerusalén terminó hace unas semanas con la incautación de un valioso "botín" de cientos de piezas arqueológicas, entre las que destacaban tres cuencos decorados con hechizos mágicos. Las piezas, que según los primeros análisis podrían datar de entre los siglos IV y VIII d.C., habrían sido creadas en el entorno de las comunidades judías establecidas en aquellas fechas en territorios del actual Irak.

Estos cuencos mágicos habrían sido empleados con la finalidad de conseguir la curación de ciertas enfermedades

Además de los llamativos cuencos, las autoridades también han recuperado otros objetos, como piezas de marfil decoradas con imágenes de animales y motivos geométricos, armas antiguas y otros artefactos. Aunque es pronto para afirmarlo con rotundidad, los expertos consultados piensan que algunas de estas piezas podrían ser falsificaciones, en algunos casos completas, y en otros, modificaciones actuales realizadas en piezas genuinas.

Según explicó el jefe de la división de objetos robados de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Amir Ganor, los "cuencos de encantamientos" muestran textos que fueron "escritos por los artistas para clientes específicos, siguiendo sus indicaciones en función de sus necesidades personales". Así, estos cuencos mágicos habrían sido empleados con la finalidad de conseguir la curación de ciertas enfermedades, para combatir maldiciones e incluso para librarse de demonios. "Ocasionalmente, como se puede ver en uno de los cuencos, se representó la figura del 'demonio de la noche' en el centro de la pieza, representando al individuo al que el recipiente estaba destinado a proteger", explicó Ganor.

Algunas de las piezas recuperadas 

Según han explicado en un comunicado de prensa los responsables de la IAA, este tipo de piezas –y otras también procedentes de Irak– son recuperadas de forma habitual durante operaciones similares a la actual desde hace ya algunos años, en especial tras la invasión de EE UU a Irak en 2003, episodio que favoreció el saqueo de yacimientos y el robo de numerosos museos.

En el caso de los llamativos "cuencos mágicos", el texto de las tres piezas está escrito en un lenguaje arameo babilónico, característico de las comunidades judías que vivieron hace más de un milenio en el territorio del actual Irak. Aunque todavía es pronto para determinar con certeza si las piezas son auténticas –o si han sufrido algún tipo de modificación reciente para mejorar su aspecto o hacerlas más atractivas a los compradores de antigüedades, por ejemplo, añadiendo textos–, expertos consultados por la publicación LiveScience han intentado traducir parte de los hechizos incluidos en estos cuencos de encantamientos.

Uno de los textos mágicos está destinado a conseguir ahuyentar a un demonio

En uno de ellos, creado para un hombre llamado Pahira bar Mahlepta, los textos mágicos piden que se protejan sus propiedades, incluyendo su vivienda, comida y bebida. Otro de los textos, por el contrario, consiste en una enumeración de distintos ángeles, entre ellos Gabriel, Miguel, Rafael y Nahariel, tal y como explicó el investigador en lengua hebrea y semítica Ohad Abudharam, de la Universidad de Tel Aviv. Además, el cuenco incluye un texto extraído del libro de los Salmos 121:7-8, que dice lo siguiente: "El Señor te guardará de todo mal; guardará tu vida. El Señor mantendrá tu salida y tu entrada a partir de ahora y para siempre". En lo que respecta al último cuenco –decorado con hechizos para un hombre llamado Mahlapta Bat Aha–, se aprecia una frase extraída de Isaías 50:11: "¡Pero todos vosotros sois encendedores de fuego, y entre las marcas que habéis encendido, esto es lo que tendrán de mi mano: te acostarás en tormento!". Según los expertos, esta admonición estaría destinada a conseguir liberarse de un demonio.

Según las autoridades de la IAA, en los lugares donde se incautaron las piezas se hallaron algunas sustancias químicas que podrían haber sido utilizadas para realizar restauraciones caseras de los objetos o también para realizar falsificaciones. Y, en efecto, los expertos consultados temen que algunos de los objetos recuperados –en especial algunas piezas de marfil– puedan haber sido retocadas para mejorar la visibilidad de los dibujos, o incluso que haya piezas completamente falsas. Para saberlo con certeza, explican, habrá que esperar a que se lleven a cabo estudios pormenorizados de todos los artefactos antiguos encontrados.