La extraña actividad solar puede enviarnos a la Edad Media

En 2013, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó al espacio los satélites Swarm para monitorizanr el campo magnético de la Tierra y su entorno ionosférico. El campo magnético terrestre y las corrientes eléctricas tanto de su interior como del entorno de nuestro planeta, generan una serie de fuerzas que tienen un gran impacto en nuestra vida cotidiana. 

Estos campos se encuentran en continua evolución y los científicos de la ESA han dado la voz de alarma al verse obligados a emplear los propulsores de los satélites Swarm para corregir su órbita y salvarlos de la destrucción.

Los satélites caen hacia la Tierra diez veces más rápido a consecuencia de la actividad solar

La razón de este comportamiento anómalo reside en la actividad solar que, al parecer, está derribando satélites de su órbita, haciéndolos caer hacia la Tierra a más velocidad que lo que caen habitualmente. En concreto casi diez veces más rápido.

Eyección solar

Según la directora de la misión, Anja Stromme «en los últimos cinco o seis años, nuestros satélites caían a unos dos kilómetros y medio al año. Pero, desde diciembre de 2021, han caído virtualmente en picado. La tasa de caída entre diciembre y abril ha sido de veinte kilómetros al año».

En febrero de 2022, la compañía SpaceX pudo experimentarlo en carne propia cuando cuarenta nuevos satélites Starlink desintegraron en la atmósfera terrestre a causa de una tormenta solar que llegó justo después de su despliegue inicial desde un cohete Falcon 9.

Cuarenta satélites se desintegraron en febrero a causa de una tormenta solar

Stromme, asegura que el incremento tormentas solares, tanto en violencia como frecuencia, a causa del nuevo ciclo de alta actividad solar, es la responsable del aumento en la densidad de las partículas residuales con mayor continuidad. A 350 kilómetros de altura, en la llamada Órbita Terrestre Baja (LEO en su acrónimo inglés) no todo es vacío. Hay moléculas atmosféricas residuales que generan fricción contra la superficie de los satélites y ralentizan su velocidad, atrayéndolos más rápidamente hacia la Tierra.

Pero lo peor no es la caída de los satélites. Según un estudio publicado por la profesora adjunta del departamento de ciencias de la computación de la prestigiosa Universidad de California, Sangeetha Abdu Jyothi, la intensa radiación electromagnética puede convertirse en el verdugo de toda nuestra infraestructura eléctrica y electrónica, enviándonos de nuevo a la Edad Media.

La radiación electromagnética del sol puede mandarnos a la Edad Media

A nadie se le escapa que vivimos en una ciberburbuja que nos hace depender de la tecnología: GPS, comunicaciones, centrales eléctricas, nucleares… Las estructuras de nuestra civilización podrían paralizarse ante un evento como el experimentado en 1859 que fue bautizado como Tormenta Carrington,  pues fue este astrónomo el que hizo los bocetos de las manchas solares responsables de la eyección de masa coronal. 

En tiempos modernos se han producido un par de tormentas solares severas que fueron responsables de cortes de energía en Quebec, Canadá (1989) y Malmö, Suecia (2003) por lo que las estimaciones de Stromme deben ser tomadas en serio.

Desafortunadamente, seguimos sin estar preparados para afrontar otra Tormenta Carrington. Aunque los expertos no se ponen de acuerdo en la extensión exacta de los daños en la infraestructura electrónica, sabemos que se producirán daños en redes de distribución eléctrica a escala local, nacional y global que podrían tardar décadas en ser arregladas.