Ciencia
17/10/2014 (22:21 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)

Meditación para vivir más y mejor 

Si el mundo es, a priori, un lugar maravilloso, ¿por qué nos empeñamos en ser desgraciados? Mado Martínez, periodista, escritora y colaboradora habitual de AÑO/CERO, se hace esta peliaguda pregunta en la introducción de "Neurociencia de la felicidad" (Odeón, 2014), una obra de reciente aparición que explora los misterios de la existencia y que, sobre todo, trata de aportar soluciones prácticas a problemas de índole cotidiana. Entre estos últimos remedios, la autora enfatiza el inusitado poder de la meditación, argumento 

17/10/2014 (22:21 CET) Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
Meditación para vivir más y mejor 
Meditación para vivir más y mejor 

En Londres conocí a una chica búlgara, Krasimira Popova, que trabajaba limpiando casas. Me habían dicho que en el pasado solía ser una persona bastante negativa, siempre andaba enferma, cansada, y sólo hablaba de problemas y preocupaciones. Pero cuando yo la conocí, no vi nada de eso. Evidentemente, había cambiado muchísimo. Era alegre, positiva y dichosa. Me dijo que meditaba a su modo, y que era consciente todo el rato de lo que hacía, incluso cuando estaba limpiando.

Y es que Krasi tenía una cliente que se dedicaba a la meditación cristiana. Se llamaba Kim Nataraja y era directora de la World Community for Christian Meditation y autora de varios libros sobre el tema. Krasi tenía muchas conversaciones con Kim, porque ésta le daba clases gratuitas de inglés, durante las cuales había iniciado a mi amiga búlgara en el conocimiento y las prácticas meditativas. Yo le pedí a Krasi que me pusiera en contacto con ella, y así lo hizo.

MODIFICAR LA ACTITUD

Invité a Kim a escribir un artículo para mi boletín-web Ispectrum Magazine sobre los beneficios de la meditación. No lo hizo. En lugar de eso, me presentó a su hija Shanida Nataraja, una neurocientífica que, como ella, llevaba años practicando diferentes técnicas de meditación y había llegado a publicar un libro sobre los beneficios de esta práctica para la salud, siempre desde el punto de vista neurocientífico.

Fue ella la que accedió a escribir para mí. Me mandó un artículo maravilloso, en el que hacía un breve repaso a los principales estudios llevados a cabo en materia de meditación, en relación a su impacto en nuestro cerebro y el beneficio que implicaba para nuestra salud. Más tarde, me envió un ejemplar de su libro The Blissful Mind: Neuroscience and the proof of the power of meditation, que devoré con afán, y en el que me di cuenta de por qué esta neurocientífica defendía el poder terapéutico de las prácticas meditativas y abogaba por su implantación en el sistema sanitario.

Una de las técnicas de meditación más interesantes que destaca Shanida es la de «atención plena», tambien conocida como mindfulness. Cabe señalar que Jon Kabat Zinn desarrolló, a partir de ella, una terapia de reducción de estrés basada en mindfulness  para usarla en pacientes con dolor crónico, depresión, cáncer, enfermedades del corazón y ansiedad. Dicha técnica entrena a los sujetos a ser más conscientes de sus pensamientos de un segundo a otro, por así decirlo. Más que modificar estos pensamientos, lo que se persigue es que aprendan a cambiar su actitud frente a dichos pensamientos. Un gran número de estudios, según me enseñó Shanida Nataraja, han demostrado un impacto medible en el bienestar de los pacientes que sufrían dolor crónico. En los pacientes con cáncer se observó una notable mejoría en su nivel de tolerancia del dolor, al tiempo que normalizaba su calidad de vida al reducirles el estrés y levantarles el estado de ánimo.

La meditación regular se relacionaba asimismo con una reducción de enfermedades cardiovasculares y una disminución de la presión sanguínea, ambas como resultado de un mejor manejo del estrés. Y, además, en palabras de la propia Shanida: «La meditación regular también confiere beneficios psicológicos, como reducción de la ansiedad y la depresión, mejorando mecanismos de adaptación y redirigiendo el comportamiento adictivo.

En un mundo en el que los niveles de estrés están continuamente escalando puestos, la meditación parece ofrecer un antídoto terapéutico que puede, al menos en cierto grado, disminuir el impacto del estrés y las enfermedades relacionadas con el mismo, tanto a nivel individual como en nuestro sistema de atención sanitario»… (Continúa en AÑO/CERO 292). 

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