La Universidad española estudiará anomalías

A diferencia de otros países, el estudio de las anomalías y lo paranormal no ha sido bien acogido por las instituciones universitarias españolas. En los años setenta del siglo pasado hubo algunos tímidos intentos de impartir cursos de verano sobre parapsicología, siempre al margen de los contenidos oficiales para las licenciaturas o diplomaturas. Pero más allá de estas anecdóticas propuestas, la investigación de anomalías ha transcurrido en España por circuitos paralelos populares.

Se terminó la idea de que en España las anomalías no se investigan en la universidad

Hace unas semanas, un hito importante pretende cambiar dicha tendencia. El grupo STReaM (Sociedad, Tecnología, Religión y Medios) de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna acaba de crear Fronteras de la Comunicación y la Investigación Anomalística. Una línea de investigación formal destinada al estudio especializado en aquellos sistemas de creencias, comportamientos y comunicaciones que desafían las bases ontológicas y epistemológicas del conocimiento científico. "La principal característica de esta unidad es que utiliza métodos estadísticos y modelos matemáticos para desarrollar sus proyectos de investigación", afirma el grupo literalmente en su página web anomalisticresearch.com.

El principal promotor de la iniciativa, el Dr. Álex Escolà-Gascón, de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna, comentó en Facebook: "Se terminó la idea de que en España 'esto no se investiga en la universidad'. Fin del 'cuento', señores". Los "fenómenos extraordinarios" o "desafiantes" objetos de estudio deberán cumplir al menos una de las siguientes tres condiciones:

1. Contradecir las bases ontológicas y epistemológicas de la ciencia contemporánea.

2. Aportar pruebas empírico-estadísticas que desafíen o pongan en duda (pero no nieguen ni contradigan) teorías científicas reconocidas dentro del ámbito de las ciencias del comportamiento y de la salud.

3. Tener una causalidad incierta y que no puedan explicarse científicamente de forma exhaustiva y coherente, ya sea porque el objeto no se ha determinado mediante el método científico o porque las pruebas científicas no ofrezcan resultados concluyentes.

Dr. Álex Escolà-Gascón, de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna

Se trata de comprobar hasta qué punto un fenómeno aparentemente extraordinario puede ser explicado y comprendido dentro del conocimiento científico actual

COMPRENDER SIN JUZGAR

Igualmente, el grupo recién creado subraya en qué consiste un estudio anomalístico diciendo que se trata "de comprobar hasta qué punto un fenómeno aparentemente extraordinario puede ser explicado y comprendido dentro del conocimiento científico actual. La investigación anomalista se diferencia de otras líneas de investigación consideradas pseudocientíficas (por ejemplo, la parapsicología) en que no pretende validar, defender o negar, ya sea arbitrariamente o como una cuestión de escepticismo impuesto, la existencia de fenómenos extraordinarios. El principal objetivo de la investigación anómala es comprender, sin juzgar, en términos científicos qué son estos fenómenos, por qué ocurren y qué consecuencias tienen tanto en la vida de las personas como en el avance del conocimiento científico".

Algunos de los proyectos que pondrán en marcha llevan por título La precognición vs. intuición en policías que buscan personas desaparecidas; Mecanismos relacionados a la supuesta eficacia de las terapias pseudocientíficas en la reducción de los síntomas de ansiedad; Evidencias de los riesgos psicopatológicos de los juegos paranormales: el ejemplo de la ‘ouija; o Inteligencia emocional, estilos de pensamiento y premoniciones en poblaciones psicóticas versus sanas.