Hallan la mención más antigua al dios Odín
Un tesoro del siglo V descubierto en Dinamarca contiene la mención más antigua al dios nórdico Odín
Arqueólogos daneses han descubierto un medallón de oro, conocido técnicamente como bracteato, que contiene la inscripción más antigua conocida en la que aparece una mención al dios nórdico Odín. El medallón data concretamente del siglo V de nuestra era, y por lo tanto, es 150 años más antiguo que el anterior artefacto conocido en el que se mencionaba a la figura más importante de la mitología nórdica.
Lisbeth Imer, runóloga y experta en escritura del Museo Nacional de Dinamarca, explicó en declaraciones a la revista Live Science que esta pieza permite datar los orígenes de la mitología nórdica al menos hasta principios del siglo V de nuestra era. La inscripción, escrita en lengua rúnica, reza lo siguiente: «Es el hombre de Odín». Además, las runas mencionan también el nombre "Jaga" o "Jagaz" en lo que parece ser una forma primitiva de la lengua nórdica. En opinión de los investigadores, el propietario de la joya pudo ser un cacique o rey de la Edad de Hierro que quiso aumentar su importancia intentando establecer un vínculo de parentesco con el dios Odín. «Creo que la inscripción se refiere al motivo central que representa a un hombre con un caballo, y que representaría al rey local, que se presenta a sí mismo como descendiente del rey de los dioses y dios de los reyes, Odín», explicó la investigadora danesa.
Imer ha dedicado más de un año de trabajo a descifrar la compleja inscripción rúnica del medallón
En colaboración con el lingüista Krister Vasshus, Imer ha dedicado más de un año de trabajo a descifrar la compleja inscripción rúnica del bracteato. El valioso medallón fue encontrado entre las piezas descubiertas en un valiosísimo tesoro de oro desenterrado en Jutlandia (Dinamarca) a finales de diciembre de 2020 por un aficionado a la detección de metales. Dicho tesoro, que fue bautizado como Tesoro de Vindelev –pues fue hallado cerca de esta ciudad danesa– estaba compuesto por objetos con un peso total de casi un kilo, casi todos ellos de oro. En concreto, entre las piezas se cuentan cuatro medallones romanos y trece bracteatos.
Odín, en la mitología nórdica, era considerado el rey de los dioses y de la muerte, pero también de la sabiduría, la magia y las runas. Es habitual que esta divinidad fuera representada con un solo ojo, ya que, según la tradición nórdica, se arrancó el otro a cambio de conseguir un conocimiento extraordinario.
La inscripción rúnica ha sufrido una erosión mayor que el resto del medallón
Imer explicó en rueda de prensa que la inscripción rúnica da la sensación de haber sufrido una erosión mayor que el resto de la pieza. La razón podría estar en que al ser una inscripción sagrada, su propietario la acariciaba a menudo, con el fin de favorecerse de su “poder”. Además, la experta en runas señaló que resultó muy difícil interpretar las pequeñas runas del bracteato pues las palabras se entrecruzan sin espacios. Además, para complicar aún más el acertijo, el nombre "Odín" aparece escrito en la pieza como "Wodnas" y no con su forma habitual, “Wodinas".
El tesoro de Vindelev data de una época "protovikinga", antes de que distintos pueblos nórdicos adquirieran una temible fama bajo el apelativo de vikingos, a raíz de sus continuas razzias y asaltos en distintos puntos del continente Europeo. Tal y como explican los investigadores, el importante descubrimiento de la inscripción ha tenido también otras repercusiones indirectas pues, por ejemplo, ha influido en la interpretación de las inscripciones de otros bracteatos de oro encontrados en todo el norte de Europa.
Curiosamente, gracias a este reciente descubrimiento se ha podido averiguar que el Museo Nacional de Dinamarca ya tenía en su posesión desde hace 170 años una pieza de este tipo –se conocen más de mil bracteatos de este tipo en el norte de Europa, aunque solo 200 de ellos tienen escritura rúnica en ellos–, con una inscripción de la palabra Odín, pero no ha sido descifrada hasta hace poco, según ha explicado la propia Lisbeth Imer.
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