Conspiraciones
31/01/2013 (09:54 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
¿QUÉ DIFERENCIA A LOS CHEMTRAILS DE LOS CONTRAILS?
Enrique de Vicente Desde 1993 vivo en la zona norte de la Comunidad de Madrid, cerca de los mayores pantanos y también de las rutas a Barajas y a Torrejón, pudiendo observar la totalidad del cielo, por lo que hemos podido apreciar sus maniobras deliberadas en miles de ocasiones.
Al igual que otros muchos observadores de zonas muy diferentes, hemos comprobado que las diferencias entre unas y otras estelas son evidentes, por muchas razones:
– Para que se formen contrails es necesario que el avión vuele a gran altura o que la temperatura sea muy fría. Pero los aviones que forman chemtrails lo hacen en ocasiones a baja altura y muy frecuentemente en pleno verano, mientras que los que vuelan hacia o desde Barajas no forman estelas de condensación con esas mismas temperaturas y volando a veces mucho más altos.
– Los chemtrails son mucho más persistentes que los contrails. Y son muy frecuentes las concentraciones de esas mismas estelas en una sola zona del cielo.
– Las estelas chemtrails frecuentemente están rotas, con un vacío en su trazado, como si hubiesen tenido que cambiar la bombona o tanque que suelta esos gases.
– Estos surcos frecuentemente se entrecruzan y forman retículas que, al irse diluyendo, forman nubes longitudinales que se cortan súbitamente, dejando un agujero; esas nubes se vuelven a formar para terminar algunos kms más adelante. O, por el contrario, algunos de esos surcos recorren el cielo casi de un extremo a otro del horizonte.
– Los aviones que los realizan a veces dan media vuelta para dejar nuevos trazados, en ocasiones formando una X o una S, y mucho más frecuentemente con trazados paralelos y en rejilla o cuadrado; esas estelas se mezclan lentamente hasta formar una cubierta de neblina o grandes nubes. Y es obvio que a ningún piloto le pagan para que malgaste el combustible jugando al 3 en raya o para que de vueltas en una y otra dirección para formar nubes como una simple maniobra de entrenamiento.
– Esas nubes y cercos neblinosos en ocasiones no están a gran altitud, que es donde se forman los contrails, sino entre 1.000 y 5.000 metros donde no deberían formarse de forma natural.
– En algunas de esas nubes se forma una coloración anaranjada o un arco-iris de forma irregular, causado por la difracción de la luz solar; otras son masas más oscuras en su interior o están ribeteadas de negro. Aunque ciertamente algunos de estos fenómenos podrían deberse a contrails.
– En ocasiones, se ha observado que –bajo un cielo cubierto por dichas estelas– los cristales de los coches y las plantas aparecían anormalmente cubiertos por pequeñas partículas brillantes o por filamentos, e incluso cómo un gel de color marrón rojizo caía desde aeronaves que volaban a baja altura.
– Para que se formen contrails es necesario que el avión vuele a gran altura o que la temperatura sea muy fría. Pero los aviones que forman chemtrails lo hacen en ocasiones a baja altura y muy frecuentemente en pleno verano, mientras que los que vuelan hacia o desde Barajas no forman estelas de condensación con esas mismas temperaturas y volando a veces mucho más altos.
– Los chemtrails son mucho más persistentes que los contrails. Y son muy frecuentes las concentraciones de esas mismas estelas en una sola zona del cielo.
– Las estelas chemtrails frecuentemente están rotas, con un vacío en su trazado, como si hubiesen tenido que cambiar la bombona o tanque que suelta esos gases.
– Estos surcos frecuentemente se entrecruzan y forman retículas que, al irse diluyendo, forman nubes longitudinales que se cortan súbitamente, dejando un agujero; esas nubes se vuelven a formar para terminar algunos kms más adelante. O, por el contrario, algunos de esos surcos recorren el cielo casi de un extremo a otro del horizonte.
– Los aviones que los realizan a veces dan media vuelta para dejar nuevos trazados, en ocasiones formando una X o una S, y mucho más frecuentemente con trazados paralelos y en rejilla o cuadrado; esas estelas se mezclan lentamente hasta formar una cubierta de neblina o grandes nubes. Y es obvio que a ningún piloto le pagan para que malgaste el combustible jugando al 3 en raya o para que de vueltas en una y otra dirección para formar nubes como una simple maniobra de entrenamiento.
– Esas nubes y cercos neblinosos en ocasiones no están a gran altitud, que es donde se forman los contrails, sino entre 1.000 y 5.000 metros donde no deberían formarse de forma natural.
– En algunas de esas nubes se forma una coloración anaranjada o un arco-iris de forma irregular, causado por la difracción de la luz solar; otras son masas más oscuras en su interior o están ribeteadas de negro. Aunque ciertamente algunos de estos fenómenos podrían deberse a contrails.
– En ocasiones, se ha observado que –bajo un cielo cubierto por dichas estelas– los cristales de los coches y las plantas aparecían anormalmente cubiertos por pequeñas partículas brillantes o por filamentos, e incluso cómo un gel de color marrón rojizo caía desde aeronaves que volaban a baja altura.
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