Los extraterrestres no tienen por qué respirar oxígeno
Los extraterrestres podrían vivir y prosperar en atmósferas dominadas por el hidrógeno, un ambiente muy diferente al de la atmósfera terrestre, rica en nitrógeno y oxígeno.
Para la búsqueda de vida en otros planetas, los científicos buscan mundos parecidos a la Tierra. Por consiguiente, asumen que se necesita oxígeno para respirar.
En la ciencia ficción tampoco nadie siguió la estela de La Guerra de los Mundos (1898), de Herbert George Wells cuyos extraterrestres mueren a causa del aire de la Tierra. Dune, Star Treck o La Guerra de las Galaxias, se mueven por el Universo con mayor libertad que en nuestro planeta en estos tiempos de pandemia, en los que estamos pegados a una mascarilla. En otras palabras, tanto la ciencia como la imaginación asumen que los alienígenas respiran oxígeno como nosotros. Pero, ¿y si no fuera así? ¿Y si la evolución de estas especies desconocidas hubiera evolucionado a sus mundos con atmósferas extremas? ¿Es posible que pudiera sustentarse la vida?
Eso es lo que se pregunta un nuevo estudio, publicado en Nature Astronomy que argumenta que, si queremos encontrar evidencias de vida fuera del nuestro, debemos incluir planetas que tengan una atmósfera de hidrógeno. Este gas incoloro, inodoro y altamente reactivo es el elemento más abundante del universo. Se halla presente en muchos minerales y en todos los componentes de la materia viva. El estudio liderado por Sara Seager, astrónoma del MIT (Massachusetts Institute of Technology), muestra que formas simples de vida podrían habitar en planetas con atmósferas ricas en hidrógeno.
Seager dice que el oxígeno no estaría presente en la Tierra de no haberse liberado del dióxido de carbono a causa de la Gran Oxigenación.
Este fenómeno, que tuvo en lugar al comienzo del Paleoproterozoico hace la friolera de 2.400 millones de años, se produjo a causa de los microbios fotosintéticos y constituyó un cambio medioambiental que sirvió para transformar la Tierra y facilitar la aparición de vida compleja en nuestro planeta.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos liderados por Seager realizaron una serie de experimentos en el laboratorio. En ellos, descubrieron que la bacteria E.coli o la levadura pueden sobrevivir y multiplicarse bajo una atmósfera de hidrógeno en ausencia total de oxígeno. "Queríamos demostrar que la vida sobrevive y puede crecer en una atmósfera de hidrógeno", dice Seager como directora de esta investigación en la que han participado, también, Jingcheng Huang, Janusz Petkowski y Mihkel Pajusalu.
También se sabe que muchos microbios sobreviven metabolizando el hidrógeno dentro de la corteza terrestre.
Lo que argumenta el estudio es, por tanto, que habría que empezar a buscar planetas más grandes que la Tierra cuyas atmósferas estén compuestas de hidrógeno, aunque sin oxígeno libre, pues estos dos elementos forman una mezcla altamente inflamable.
Seager sugiere que una vez que los telescopios de próxima generación comiencen a funcionar, como el telescopio espacial James Webb de la NASA, los astrónomos deberían buscar primero signos de vida en exoplanetas dominados por hidrógeno. En un comunicado dejan claro que el experimento no fue diseñado para mostrar si los microbios pueden depender del hidrógeno como fuente de energía. El objetivo era más demostrar que una atmósfera de hidrógeno al 100 por 100 no dañaría ni mataría ciertas formas de vida.
Al incrementar el conjunto de mundos potencialmente habitables, incluyendo super-Tierras con atmósferas ricas en hidrógeno, duplican potencialmente el número de cuerpos con posibles signos de vida extraterrestre.
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