Parapsicología
22/10/2012 (09:54 CET)
Actualizado: 06/11/2014 (09:58 CET)
SANTO TOMÉ: LA ISLA DEL DIABLO
Pablo Villarrubia y Dr. Jesús EgidoEn febrero de 2011, docenas de alumnos de una escuela de la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe fueron poseídos por unos espíritus malignos, según publicó un periódico local. Los afectados se volvían agresivos, hablaban lenguas extrañas y demostraban una fuerza sobrehumana. Las autoridades, incapaces de hacer frente a los hechos, pidieron ayuda a un brujo local, quien acabó falleciendo mientras realizaba un ritual para expulsar a los violentos espectros. Los autores del reportaje viajaron al remoto archipiélago para investigar el caso
En febrero de 2011, Abel Veiga, un periodista del archipiélago africano de Santo Tomé y Príncipe, firmaba un artículo titulado La lucha contra los espíritus en la escuela secundaria de Guadalupe produjo un muerto. Veiga, director del periódico Téla Nón, señalaba que la única escuela de Guadalupe –capital del distrito de Lobata, en la isla de Santo Tomé– estaba cerrada desde hacía seis meses por un insólito caso de histeria que afectaba a más de cuarenta alumnos de dicho centro de enseñanza. Sin embargo, los muchachos, sus padres e incluso los profesores estaban convencidos de que se enfrentaban a las manifestaciones de espíritus malignos.
Según se podía leer en el citado reportaje, ante la pasividad de las autoridades, los padres de los alumnos poseídos decidieron tomar cartas en el asunto y realizar una ceremonia de «limpieza espiritual» denominada D'jambi: misterioso ritual importado por los esclavos africanos que fueron llevados a SantoTomé y Príncipe en la época colonial portuguesa. Para ello se convocó a uno de los brujos más acreditados de la isla, llamado Jaime Pires, alias «Petche-Petche», quien organizó el ritual en el patio de la escuela. Pero durante la celebración del mismo, el brujo murió fulminado por una descarga procedente del tendido eléctrico. El veredicto de la comunidad estaba claro: los espíritus malignos habían utilizado sus terribles poderes para asesinar a Jaime Pires. A partir de tan luctuoso hecho, los habitantes de la pequeña localidad de Guadalupe quedaron sumidos en el más absoluto de los terrores. El articulo del director de Téla Nón terminaba con las lapidarias palabras del padre Miguel Gómez, sacerdote de la iglesia de Guadalupe: «No se puede jugar con el mal. Si creen que se están enfrentando a una fuerza maléfica, tendrían que haber empleado otro método para acabar con la misma. Con el diablo no hay bromas que valgan».
El archipiélago de Santo Tomé y Príncipe se encuentran en la línea del Ecuador, en pleno golfo de Guinea, a unas 180 millas náuticas de la costa africana. Se cree que fueron dos portugueses de la corte del rey Alfonso V de Portugal, Don João de Santarém y Don Pero Escobar, quienes en diciembre de 1470, más que descubrir, se toparon con unos «pedruscos volcánicos» completamente deshabitados en medio del «mar de Guinea». A partir de entonces, las islas fueron utilizadas como punto de paso para el comercio de esclavos, desde tierras africanas –principalmente en el territorio de la actual Angola– hasta su último destino, en las ricas posesiones portuguesas de Brasil y en el pujante mercado del Caribe (Continúa en AÑO/CERO 267).
Según se podía leer en el citado reportaje, ante la pasividad de las autoridades, los padres de los alumnos poseídos decidieron tomar cartas en el asunto y realizar una ceremonia de «limpieza espiritual» denominada D'jambi: misterioso ritual importado por los esclavos africanos que fueron llevados a SantoTomé y Príncipe en la época colonial portuguesa. Para ello se convocó a uno de los brujos más acreditados de la isla, llamado Jaime Pires, alias «Petche-Petche», quien organizó el ritual en el patio de la escuela. Pero durante la celebración del mismo, el brujo murió fulminado por una descarga procedente del tendido eléctrico. El veredicto de la comunidad estaba claro: los espíritus malignos habían utilizado sus terribles poderes para asesinar a Jaime Pires. A partir de tan luctuoso hecho, los habitantes de la pequeña localidad de Guadalupe quedaron sumidos en el más absoluto de los terrores. El articulo del director de Téla Nón terminaba con las lapidarias palabras del padre Miguel Gómez, sacerdote de la iglesia de Guadalupe: «No se puede jugar con el mal. Si creen que se están enfrentando a una fuerza maléfica, tendrían que haber empleado otro método para acabar con la misma. Con el diablo no hay bromas que valgan».
El archipiélago de Santo Tomé y Príncipe se encuentran en la línea del Ecuador, en pleno golfo de Guinea, a unas 180 millas náuticas de la costa africana. Se cree que fueron dos portugueses de la corte del rey Alfonso V de Portugal, Don João de Santarém y Don Pero Escobar, quienes en diciembre de 1470, más que descubrir, se toparon con unos «pedruscos volcánicos» completamente deshabitados en medio del «mar de Guinea». A partir de entonces, las islas fueron utilizadas como punto de paso para el comercio de esclavos, desde tierras africanas –principalmente en el territorio de la actual Angola– hasta su último destino, en las ricas posesiones portuguesas de Brasil y en el pujante mercado del Caribe (Continúa en AÑO/CERO 267).
Comentarios
Nos interesa tu opinión