El negocio etrusco de la miel durante la Edad del Hierro

La civilización etrusca esconde grandes misterios. Su propio origen, pese a la cantidad de teorías planteadas, permanece todavía indescifrable. Entre los siglos X y V a. C, los etruscos se erigieron como una auténtica potencia marítima. Sin embargo, desde el siglo IV, el fuerte poder que fue adquiriendo Roma acabó desbancándolos y absorbiendo su territorio, Etruria.

Un equipo de arqueólogos pertenecientes a la Universidad de Milán en colaboración con el Laboratorio de Palinología del Instituto de Dinámica de Procesos Ambientales del Consejo Nacional de Investigación de Italia (CNR-IDPA), descubrieron algo muy interesante sobre esta civilización. Como informa Ancient Origins, estos investigadores encontraron un taller antiguo en el sitio de Forcello (en la provincia de Mantua), cuya función principal era la de recolectar y producir miel.

El proceso de producción de los etruscos dio lugar a una miel completamente distinta, complicada incluso de obtener hoy día

Este sitio, que se quemó entre principios del siglo VI y finales del siglo V a. C., ha aportado datos muy relevantes sobre la apicultura etrusca. En su interior, los arqueólogos descubrieron paneles derretidos y miel quemada bien conservada. Esto se debe a que la parcela fue cubierta tras el incendio de arcilla para poder construir encima. De estos restos, los investigadores pudieron extraer polen para su estudio (análisis palinológico). Además, a partir de los análisis químicos, pudieron determinar los ingredientes de la miel y las plantas específicas que fueron recolectadas por las abejas.

Precisamente las plantas recolectadas se han constituido como el punto principal del estudio, que ha desencadenado una interesante hipótesis. Según estos resultados, la gran mayoría de las abejas cosechaban plantas acuáticas, ya fueran nenúfares o flores silvestres, que se encuentran en ambientes costeros y  por tanto, alejadas del taller en Forcello. Ante este hecho, el equipo de arqueólogos ha llegado a la conclusión de que los etruscos almacenaban y transportaban las colmenas en barco para poder extraer polen de estas plantas acuáticas.

Este traslado en barco daba lugar a una miel completamente distinta a cualquier otro producto que se pudiera conseguir en la época. Incluso en la actualidad resultaría complicado adquirir miel mediante estos métodos. Este interesante hallazgo ha puesto de manifiesto que, durante la Edad del Hierro, el norte de Italia presentó una completa organización y división del trabajo de apicultura, lo que evidencia la importancia de la miel como producto estrella desde periodos muy tempranos.