Arqueología
03/03/2022 (14:56 CET) Actualizado: 03/03/2022 (15:25 CET)

Resuelven el misterio del origen de la Venus de Willendorf

Nuevas pistas sobre el origen de la piedra en la que se labró la enigmática figura

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

03/03/2022 (14:56 CET) Actualizado: 03/03/2022 (15:25 CET)
Resuelven el misterio del origen de la Venus de Willendorf (Wikipedia)
Resuelven el misterio del origen de la Venus de Willendorf (Wikipedia)

La célebre Venus de Willendorf, una estatuilla de 30.000 años de antigüedad, tallada en pleno Paleolítico Superior, ha sido siempre fuente de asombro y curiosidad para arqueólogos y palentológos, pues es muy poco lo que se sabe con certeza sobre esta enigmática escultura de apenas 11 centímetros de altura y 5,7 de ancho. Hasta ahora se ignoraba cómo había sido creada exactamente, cuál era su significado –algunos autores sugieren que podría haber sido parte de un culto a una Diosa Madre primigenia– y, sobre todo, cuál era su auténtico origen.

La figurilla fue encontrada en 1908 durante unas excavaciones arqueológicas en la localidad austriaca de Willendorf –de ahí su nombre–, a orillas del Danubio, pero durante todos estos años el origen de la piedra en la que está tallada había sido toda una incógnita. La venus está realizada en un tipo de piedra caliza llamada oolita, que no existe en la región austriaca donde se halló, pues el paisaje geológico de la zona se remonta al Mioceno, mientras que la oolita utilizada para tallar la célebre figurilla se remonta a mucho más atrás, al Jurásico, tal y como demuestra el hallazgo de una diminuta concha, de apenas 2,5 mm, en su interior.

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Fuente: Wikipedia
 

Ahora, el misterio sobre el origen parece por fin resuelto, después de que un equipo de científicos austriacos haya realizado un exhaustivo análisis de la pieza –hoy expuesta en el Museo de Historia Natural de Viena– empleando las más avanzadas técnicas de tomografía microcomputerizada (micro-CT). Según ha explicado el antropólogo Gerhard Weber, de la Universidad de Viena –que ha trabajado mano a mano con los geólogos Alexander Lukeneder y Mathias Harzhauser, del Museo de Historia Natural–, los exámenes mediante micro-CT han proporcionado imágenes de una resolución con enorme detalle (hasta 11,5 micrometros), arrojando datos desconocidos hasta ahora. Entre otras cosas, gracias a estas pruebas se ha podido determinar que la Venus de Willendorf tiene un material poroso porque los núcleos de los millones de globulos (llamados ooides) que la componen se habían disuelto. Esto, según los científicos, explica porqué el artista que talló la venus escogió esta piedra, y no otra: resultaba mucho más fácil de trabajar.

Una vez reunidos todos los datos obtenidos mediante tomografía microcomputerizada, los geólogos Lukeneder y Harzhauser compararon las muestras conseguidas con los datos recogidos en otras oolitas de distintos puntos del continente europeo: Francia, Alemania, Ucrania, Italia… Toda esta información fue examinada y comparada por medio de un software especializado, que reveló una respuesta reveladora: de todas las muestras, las recogidas en una zona próxima al lago de Garda, en el norte de Italia, a los pies de los Alpes, resultaban estadísticamente indistinguibles de las presentes en la Venus de Willendorf. Así pues, según Weber y sus colegas el Museo de Historia Natural de Viena, todo parece indicar que la venus –o la piedra en la que fue tallada– llegó desde allí, en un largo y peligroso viaje de cientos de kilómetros.

"La gente del Gravetiense –la fase del Paleolítico Superior en la que se talló la figurilla– buscaba y habitaba localizaciones favorables. Cuando el clima o la situación de sus presas cambiaba, se trasladaban, preferiblemente siguiendo el curso de los ríos", explica Weber. Un viaje de estas características, desde el norte de Italia a la región austriaca donde se encuentra Willendorf, podría haber durado generaciones en aquellos tiempos hostiles y difíciles. Según los investigadores, hay dos posibles rutas que podrían haber seguido las gentes del Gravetiense que tallaron la venus –o que llevaron consigo la piedra en la que se talló–. La primera habría rodeado los Alpes, esquivando las cimas nevadas y peligrosas, en dirección a la llanura panónica, siempre siguiendo el curso de los ríos Adigio, Eno y Danubio, hasta llegar a su destino final. Un recorrido de unos 740 kilómetros, una travesía nada fácil para las gentes de hace 30.000 años… La otra posible ruta habría atravesado los Alpes, un viaje que los expertos no saben si era posible en aquellos tiempos, pues el deterioro del clima ya había comenzado entonces, y habría resultado muy difícil si ya había glaciares continuos. Por esta razón, creen los investigadores, es mucho más probable que aquellos nómadas del Gravetiense hubieran optado por la primera opción.

Weber y sus colegas de investigación también destacan en su estudio –publicado en el último número de Scientific Reports, editada por Nature– que hay otro territorio cuyas piedras mostraron notables coincidencias con la oolita de la venus (aunque notablemente inferiores a las del lago de Garda): una región del este de Ucrania situada a unos 1.600 km en línea recta de Willendorf. Este enclave muestra, además, una conexión de interés: muy cerca de allí, en el sur de Rusia, se han encontrado varias figurillas de venus con un aspecto muy similar al de la descubierta en Willendorf. Además, los estudios genéticos muestran que las gentes que habitaban el centro y este de Europa estaban conectados entre sí en aquellas fechas… En cualquier caso, y pese a estos indicios, Weber y sus colegas creen que la 'pista' más fiable conduce al lago de Garda. Allí, hace 30.000 años, alguien talló la enigmática Venus de Willendorf –o cogió la piedra en la que se esculpió– y la llevó consigo en un largo y peligroso viaje a tierras desconocidas…

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

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