Conspiraciones
12/11/2019 (13:00 CET) Actualizado: 12/11/2019 (13:00 CET)

Los hackers rusos destrozan a EE. UU.

Un grupo de hackers rusos –todo apunta que vinculados a los servicios secretos de ese país– ha robado varias armas cibernéticas de la poderosa NSA estadounidense, que luego han puesto a disposición del público…

Miguel Pedrero
12/11/2019 (13:00 CET) Actualizado: 12/11/2019 (13:00 CET)
Los hackers rusos destrozan a EE. UU.
Los hackers rusos destrozan a EE. UU.

La Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. (NSA por sus siglas en inglés), organismo centrado en el espionajes electrónico, se encuentra en la peor situación de toda su historia. En agosto de 2016, un grupo de hackers que se hace llamar The Shadow Brokers consiguió robar varias armas cibernéticas –virus y programas empleados en operaciones de ciberespionaje– de la NSA, ante la incapacidad de sus técnicos en seguridad para evitarlo. Los ladrones acabaron colgando estos programas en Internet para que cualquiera pudiera descargárselos y utilizarlos. A día de hoy, los directivos de la NSA todavía desconocen si el robo de la armas cibernéticas se hizo mediante una operación de elementos externos a la agencia o bien contaron con la colaboración de algún empleado de la misma. 

Como consecuencia del ataque informático, la NSA ha tenido que paralizar la mayoría de sus operaciones en curso

Como resultado de este hecho, la NSA ha tenido que paralizar la mayoría de sus operaciones en curso, al tiempo que agencias federales estadounidenses, empresas, servicios secretos y gobiernos de diferentes países han recibido ataques informáticos empleando las armas cibernéticas de la NSA. Jake Williams, que trabajó durante años en el equipo de hackers de la agencia de espionaje, declaró que el robo constituye «un desastre en múltiples niveles», y que le parece increíble que aún no se haya detenido a sus responsables. También Leon Panetta, antiguo director de la CIA (2009-2011) y secretario de Defensa (2011-2013), aseguró que las filtraciones «han sido increíblemente dañinas para nuestra inteligencia y capacidades cibernéticas», puesto que «el propósito fundamental del espionaje electrónico es penetrar eficazmente a nuestros adversarios para reunir inteligencia vital», algo que solo funciona «si se mantiene en secreto y nuestros códigos están protegidos». Según Panetta, «ahora toca comenzar de nuevo». 

El espionaje ruso a favor de Trump

Altos cargos de la NSA y la CIA no tardaron en apuntar a los servicios secretos rusos, a los que acusan de influir en la política interna de EE. UU. y varios países de Europa dando a conocer información reservada para desestabilizar a dichas naciones. El propio Barack Obama responsabilizó a Rusia del robo de miles de documentos internos del Partido Demócrata –luego filtrados por WikiLeaks– que ofrecieron una ventaja sin precedentes a Donald Trump en la campaña electoral contra Hillary Clinton. Sin embargo, nadie esperaba que los correos electrónicos del máximo experto en Rusia del Gobierno estadounidense acabaran en Internet a disposición de cualquiera. En julio de 2017, un hacker que se hace llamar Johnnie Walker difundió los mails que envió y recibió Robert Otto durante dos años. Otto es el director de la División de Asuntos Internos de Rusia en el Departamento de Estado. Los correos electrónicos demuestran que el especialista marcaba en gran medida las informaciones sobre Rusia que publicaban las grandes agencias de prensa y medios de comunicación, y manipulaba la percepción sobre 

este país de gobiernos europeos, oenegés, empresas, fundaciones y los más poderosos «tanques de pensamiento»: organismos que orientan la visión de la opinión pública sobre diversos temas, influyendo directamente en medios de comunicación y políticos. 

EE. UU. acusó a Rusia de esta operación cibernética de inteligencia, circunstancia que Putin negó durante una entrevista en la cadena NBC: «Es posible que alguien construya deliberadamente una cadena de ataques de tal forma que parezca que proceden de Rusia», aseguró intentando desmontar las abundantes pistas que apuntan a la responsabilidad de los hackers del espionaje ruso en tales operaciones. 

Sobre el autor
Miguel Pedrero

Miguel Pedrero es director adjunto de la revista Año/Cero y miembro del equipo de los programas radiofónicos La Rosa de los Vientos y El Colegio Invisible (ambos en Onda Cero). Es autor de una quincena de libros, el último de ellos titulado La verdad prohibida (Ediciones Cydonia).

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