¿Descubierta la tumba de Santa Claus?
Un grupo de arqueólogos cree haber identificado el punto exacto en el que según la tradición fue enterrado san Nicolás

Durante más de mil años, la tradición piadosa ha asegurado que los restos de san Nicolás fueron enterrados en el siglo IV de nuestra era en un antiquísimo templo de la ciudad de Myra, en la actual Demre, provincia de Antalya, en el sur de Turquía. Y aunque desde finales del siglo XX los arqueólogos turcos han realizado varias excavaciones en el templo, hasta la fecha no se sabía con exactitud dónde se ubicaba originalmente la tumba del santo, que siglos después acabaría dando lugar a la popular figura de Santa Claus o Papá Noel. Ahora, sin embargo, un grupo de investigadores de la región cree haber identificado al fin el punto exacto del templo en el que según la tradición fue enterrado el santo, aunque sus restos fueron profanados hace casi mil años por un grupo de devotos italianos.
Según la tradición, el santo habría regalado todas sus riquezas a los más desfavorecidos, lo que habría dado lugar a la creación del personaje de Santa Claus

San Nicolás fue obispo de la ciudad de Myra en el siglo IV, y la tradición hagiográfica le atribuye numerosos milagros, como la resurrección de tres niños asesinados, el rescate de varias niñas de la prostitución o la tala de un árbol poseído por demonios. También, según los relatos piadosos, el santo habría regalado todas sus riquezas a los más desfavorecidos, hecho que habría dado lugar a la creación del personaje de Santa Claus o Papá Noel. Tras su muerte en el año 343 de nuestra era, el santo habría sido enterrado en una iglesia paleocristiana de la ciudad, sobre la cual siglos más tarde se construyó el actual templo de San Nicolás. Allí habrían reposado durante siglos sus restos mortales, hasta que en el año 1087 un grupo de devotos italianos de la ciudad de Bari llegaron a la ciudad con la intención de llevarse su cuerpo. Este hecho habría quedado registrado en un manuscrito de la época, traducido del latín por el medievalista Charles W. Jones. Según este estudioso, los italianos lograron levantar el suelo del templo y retirar la mayor parte de los restos mortales de san Nicolás, dejando únicamente algunos huesos y el sarcófago que los había contenido hasta entonces.

El sarcófago de san Nicolás debió ser colocado en un lugar especial
Durante las excavaciones de las últimas décadas se pudieron sacar a la luz los cimientos del templo primitivo, pero no fue hasta el pasado mes de octubre cuando Osmar Eravşar, presidente de la Junta Regional de Preservación del Patrimonio Cultural de Antalya, anunció a la prensa que un grupo de arqueólogos turcos habían realizado el descubrimiento de la ubicación exacta de la tumba de san Nicolás en el interior del templo, en un punto situado junto a un antiguo fresco que representa a Jesús sosteniendo una biblia y bendiciendo con la mano. «Este es un descubrimiento extremadamente importante, el primer hallazgo de ese periodo», dijo Eravşar refiriéndose a la época primitiva del templo. En declaraciones a la agencia de noticias turca DHA, Eravşar aseguró que el «sarcófago de san Nicolás debió ser colocado en un lugar especial, y ese lugar era la parte de los ábsides cubiertos con una cúpula. Allí hemos descubierto el fresco representando la escena de Jesús sosteniendo una biblia en su mano izquierda y bendiciendo con la derecha».

Además, en ese lugar, los arqueólogos han identificado una baldosa de mármol con inscripciones en griego aludiendo a la palabra «gracia», lo que en su opinión podría estar señalando el lugar exacto de enterramiento del santo. Aunque el hallazgo es sin duda notable, en opinión de algunos especialistas que no han participado en los estudios, la presencia de la palabra griega charis (gracia) podría deberse a que la baldosa que la contiene fue reutilizada en algún momento, y no tiene porque tener un significado especial con el punto concreto en el que se halla. Esa es la opinión, por ejemplo, de William Caraher, arqueólogo de la Universidad de Dakota del Norte (Estados Unidos), especializado en arquitectura paleocristiana. En cualquier caso, Caraher reconoce la importancia de la figura de san Nicolás tanto en las tradiciones católicas como ortodoxas y, ante el destacado descubrimiento, señaló: «Creo que mucha gente –desde niños ansiosos en Nochebuena hasta periodistas científicos y arqueólogos veteranos de todo el mundo– ha esperado en algún momento de sus vidas echar un vistazo al verdadero san Nicolás».
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