Arqueología
11/04/2022 (09:57 CET) Actualizado: 11/04/2022 (09:57 CET)

El secreto de los esqueletos pintados de Çatalhöyük

¿Qué papel jugaban estos individuos en la sociedad de la época? ¿Por qué pintaban sus huesos y los desenterraban tras su muerte para volver al mundo de los vivos?

Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo

11/04/2022 (09:57 CET) Actualizado: 11/04/2022 (09:57 CET)
El secreto de los esqueletos pintados de Çatalhöyük
El secreto de los esqueletos pintados de Çatalhöyük

Desde los albores de la Humanidad, el ser humano ha utilizado distintos pigmentos con fines simbólicos y rituales, ya fuera para decorar los muros de cuevas con pinturas rupestres, para adornar distintos utensilios o para dar color a ciertas construcciones. Ahora, un reciente estudio realizado por un equipo internacional –aunque dirigido por la Universidad de Berna–, ha sacado a la luz un fascinante hallazgo producido en el yacimiento de Çatalhöyük, en Anatolia Central (Turquía).

Bautizado como 'el asentamiento más antiguo del mundo', Çatalhöyük se remonta hace 9.000 años

Desde su descubrimiento a mediados del siglo pasado, Çatalhöyük fue bautizado como "el asentamiento más antiguo del mundo", pues sus restos, en los que se han encontrado casas de adobe, templos y espacios funerarios, se remontan a nada menos que hace 9.000 años. En sus 13 hectáreas de superficie, que han sido excavadas minuciosamente durante más de 25 años, los arqueólogos y antropólogos han sacado a la luz importantísimos restos de viviendas, objetos de todo tipo y, por supuesto, restos humanos.

Ahora, el estudio publicado en la revista Scientific Reports, cuyo autor principal es Marco Milella, investigador del Departamento de Antropología Física del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berna (Suiza), ha sacado a la luz algunos de los secretos de estos esqueletos humanos que, para asombro de los investigadores, aparecieron pintados con pigmentos de distintos colores. Pero, ¿por qué decidieron pintar los antiguos pobladores de Çatalhöyük a sus difuntos? Para Milella, no hay duda de que esta práctica funeraria tenía un sentido ritual y simbólico, indicando que aquellos habitantes del Neolítico estaban convencidos de la existencia de vida después de la muerte. Por tanto, los habitantes de este antiquísimo asentamiento neolítico pintaban los huesos de sus difuntos para recordarlos.

Restos Pintados
Huesos humanos pintados hallados en Çatalhöyük (Fuente: Scientific Reports)

Gracias a los nuevos estudios realizados en los últimos años, y cuyos resultados se exponen en el reciente artículo publicado por Scientific Reports, se han obtenido datos muy interesantes sobre estas singulares prácticas funerarias, que no sólo implicaban pintar los huesos de algunos difuntos, sino también enterrarlos y desenterrarlos en varias ocasiones, de tal forma que los ancestros volvieran a "convivir" de algún modo con los vivos.

"Estos resultados revelan una visión apasionante sobre la asociación entre el uso de colorantes, los rituales funerarios y los espacios de vida en esta fascinante sociedad", destaca Milella. Entre las conclusiones obtenidas a lo largo de la investigación, los científicos han descubierto que el color más utilizado en el yacimiento turco fue el ocre rojo, que fue empleado en esqueletos de adultos de ambos sexos y también en niños; también se utilizó el cinabrio y el azul/verde, en este caso para decorar huesos de hombres y mujeres respectivamente.

Cuando enterraban a alguien, también pintaban en las paredes de las casa

Según explica el estudio, los restos de los difuntos se enterraban en muchas ocasiones dentro del perímetro de las viviendas, y en ese caso parece haber una asociación entre el número de personas enterradas y la cantidad de pinturas murales presentes en los muros de las casas. Esto, según Milella, sugiere la existencia de una asociación contextual entre la deposición funeraria y la aplicación de colorantes en las viviendas. En otras palabras: "Cuando enterraban a alguien, también pintaban en las paredes de las casas", explica el investigador forense.

Pintura mural
 

Otra de las conclusiones más llamativas del estudio se refiere a la exhumación reiterativa de algunos cadáveres. Según el investigador, algunos individuos fallecidos "permanecían" entre los vivos, pues algunos de sus huesos se recuperaban del enterramiento y permanecían entre sus descendientes durante algún tiempo, antes de ser enterrados de nuevo. De nuevo, este segundo enterramiento también se acompañaba de sus respectivas pinturas rituales en los muros de las casas de adobe.

Los criterios que guiaron la selección de estos individuos escapan por ahora a nuestra comprensión

Curiosamente, esta circunstancia da lugar a un misterioso interrogante, todavía sin respuesta: tan sólo algunos individuos se enterraban con sus restos pintados, y también sólo unos pocos eran "escogidos" para ser desenterrados y seguir "viviendo" en comunidad. ¿Quiénes eran estos individuos, y por qué se les escogía a ellos?

"Los criterios que guiaron la selección de estos individuos escapan por ahora a nuestra comprensión, lo que hace que estos hallazgos sean aún más interesantes. Nuestro estudio muestra que esta selección no estaba relacionada con la edad o el sexo", explicó Milella.

Sobre el autor
Javier Garcia Blanco

Periodista y fotógrafo especializado en temas de arte, historia y viajes. Ha publicado sus trabajos en medios como El Mundo, GEO, Lonely Planet, Condé Nast Traveler Destinos, entre otros. Autor de varios libros, como Historia negra de los Papas, Ars Secreta o Héroes y villanos. Fue jefe de edición de Año/Cero, y actualmente dirige el magazine de viajes y cultura Wanderer.es

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